lunes, 31 de diciembre de 2012

La conveniencia de la listas

esa es la conclusión a la que he llegado después de algunos años de ignorarlas. Hacer listas de propósitos, aunque luego no los consigas ni cumplas y puedas -quizás- sentirte por ello culpable o frustrada. Enhorabuena, está viva. Porque si no, si ni siquiera lo intentas, la rutina ya se ha apoderado de ti, te ha derrotado, has tirado la toalla, no hay ilusión ni esperanza real, eres un caracol purgado atrapado en un círculo de sal.
Supongo que al elaborar la lista, la clave está en ser ambiciosa y realista a la vez.  Ha de ser una lista escrita,  no mental,  lo que no implica, necesariamente, que haya de ser pública. Cosa que a mí no me importa. Y ahí va mi epicúreo y difícil  nº1 en cualquier lista:
2.-Actualizar y mejorar mi curriculum
3.-Ser más constante en la práctica de ejercicio físico
4.-Acabar mi libro de poemas e investigar en la autoedición
5.-Continuar cumpliendo con mi otra lista, la de lecturas pendientes.
6.-Tomarme más en serio mi afición a la fotografía. 

y basta.

¡¡¡Feliz 2013!!!


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